miércoles, 4 de junio de 2014

Abrazando la Eternidad



Soñé que Dios bajaba
Que la inmensa luz que el traía 
todo me envolvía

Mi piel junto a la de él toparon
que mi cuerpo con el volaba
que mi mente se encontraba
y el fulgor de su corazón cálido
me abrazaba

El áspero camino no lo sentía
porque sabia quien me conducía

 El recorrido era corto
pero no quería pensarlo...
el estar a su lado me consolaba
porque luego de un rato el tendría que irse
a donde pertenecía.

Pero algo había
que recorría mi pensamiento
como a fresco aliento
que el se quedaría como flecha clavada
en el mas profundo centro de mi vida...

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